Una libertad encarcelada
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La labor del periodista, en todos sus campos de acción y por distintas razones, siempre ha sido una actividad difícil de asumir a lo largo de su historia.
En todos los países, sin excepción, decir la verdad está condicionado a perder la vida o ser desplazado de su patria. En muchos medios se ve cómo las voces que dicen la verdad – verdad, son silenciadas por parte de quienes, de una u otra forma, se sienten aludidos con esa situación.
Colombia es un país donde la libertad de expresión es bastante restringida. A mediados de noviembre del presente año, por ejemplo, se conoció el caso de Claudia López, columnista del periódico “El Tiempo” quien después de denunciar la forma cómo este medio abordó el escándalo del programa Agro Ingreso Seguro y mostrar que el diario aprovechó este declive del gobierno para dar protagonismo a Juan Manuel Santos, (quien aspira ser presidente de la república en 2010 y que es favorito para el medio en mención por hacer parte de sus accionistas), fue expulsada del medio asumiendo éste la acusación como una carta de renuncia de la “periodista”
De esta manera, se hace evidente las limitaciones que el comunicador enfrenta en su accionar. No son únicamente los grupos armados ilegales, de todos los bandos, quienes arremeten contra la prensa que los “fastidia” sino que también se da, de forma vergonzosa, en los mismos medios informativos y, por supuesto, el Gobierno Nacional también la promulga. O acaso ¿hay igualdad de derechos al permitir que Andrés Felipe Arias haga uso de 18 minutos en un concejo comunal del gobierno, aturda a la sociedad con el programa AIS, actuando más como candidato presidencial y se les niegue, entonces, lo mismo a otros candidatos que también quieren un espacio de éstos para sustentar sus puntos de vista? No verdad. Entonces el gobierno nacional, que promulga tanto la democracia participativa y que debería ser ejemplo de libertad de expresión es el primero en pisotearla.
Es por eso que la verdad nunca se ha conocido, porque quien la difunde es asesinado o derrotado como sucedió en septiembre de 2009 con el periodista de CARACOL Radio Herbin Hoyos, quien simplemente ha luchado por la libertad de los secuestrados. Sin embargo en 5 veces se ha salvado de morir en arremetidas de los grupos terroristas.
Así las cosas, la información emitida por los medios informativos del mundo, es camuflada, es falsa, o es verdad pero sólo para un sector del poder que la acomoda a su antojo.
Siendo así, se puede entender que en los medios no hablan los periodistas sino el poder o quien lo representa. En muchos casos el reportero sólo obedece. Y esta situación la demuestra “El Tiempo” pues está claro que quien desacata como Claudia, simplemente se va.
En fin, la situación entre “El Tiempo” y Claudia López es la más clara evidencia de las limitaciones a las que el periodista se enfrenta a la hora de emitir una verdad sin tapujos. Y lo que le pasó a ella es algo mínimo en comparación con otros casos donde se paga con la vida.
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